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    Buenas prácticas

    Festivals de fotografia a Catalunya: estat de la qüestió i propostes de millora

    Un informe de Photographic Social Vision sobre los festivales de fotografía en Cataluña constata la precariedad del sector y traza una hoja de ruta para mejorar el ejercicio de buenas prácticas en estos eventos de interés creciente. Publicado en abril de 2024
    • El informe “Festivales de fotografía en Cataluña: estado de la cuestión y propuestas de mejora” pone de manifiesto que la mayoría de festivales de fotografía de Cataluña trabaja con un presupuesto bajo, de poco más de 50.000 euros de media, y en gran medida dependiente de la financiación de la administración pública: un 94% de los ayuntamientos, un 77% de la Generalitat de Catalunya y un 71% de las diputaciones. En Cataluña hay 35 festivales de fotografía en activo.
    • Los equipos de gestión de los festivales son pequeños, con un 70% con menos de 10 personas, y en la mayoría de casos se mantienen por el entusiasmo, es decir, por el trabajo vocacional a menudo no remunerado o no suficientemente remunerado.
    • En referencia a los honorarios de los fotógrafos, fotógrafas y artistas participantes a los festivales, el estudio revela que un 75% ha recibido propuestas de participación en las que no había remuneración económica por el trabajo solicitado, mientras que solamente un 9% asegura haber recibido una remuneración económica justa por su participación.
    • En el informe se aprecian diferencias en la valoración que hacen los equipos directivos y la que dan los fotógrafos y fotógrafas respecto al ejercicio de buenas prácticas en los festivales catalanes, especialmente en cuestiones como la formalización de contratos o el pago de gastos de producción.
    • A modo de conclusión, el informe propone acciones a corto y medio plazo como la creación de una fórmula para garantizar que los festivales que reciban financiación pública paguen honorarios a los y las artistas; una línea de ayudas destinada a la producción de obra; la aprobación de una ley catalana de mecenazgo; fomentar la contratación con los fotógrafos y las fotógrafas o denunciar malas prácticas, entre otras.
    • El informe “Festivales de fotografía en Cataluña: estado de la cuestión y propuestas de mejora” ha sido elaborado por la periodista Wayra Ficapal, por encargo de la Fundación Photographic Social Vision, partiendo de un encuentro para debatir la cuestión con más de 50 participantes, contando fotógrafos/as, gestores/as culturales, directores/as de festivales y representantes de la Administración, y complementada con encuestas dirigidas a las direcciones de festivales y artistas participantes, así como con entrevistas a otros profesionales del sector.
    • El estudio nace con el objetivo de obtener una radiografía actualizada del sector de los festivales de fotografía en Cataluña para propiciar la reflexión sobre el estado de la cuestión y las acciones y cambios necesarios para el ejercicio de buenas prácticas profesionales y la erradicación de la precariedad.
    • DESCARGA AQUÍ EL INFORME completo “Festivales de fotografía en Cataluña: estado de la cuestión y propuestas de mejora”

    Por encargo de la Fundación Photographic Social Vision, la periodista Wayra Ficapal ha elaborado el informe “Festivales de fotografía en Cataluña: estado de la cuestión y propuestas de mejora”. Este estudio hace una radiografía actualizada del sector de los festivales de fotografía en Cataluña para propiciar la debida reflexión al respecto y las acciones y cambios necesarios para el ejercicio de buenas prácticas profesionales y la erradicación de la precariedad.

    Teniendo en cuenta que la principal medida para hacer frente a la desinformación visual es la educación, es decir, preparar a la ciudadanía para una mayor actitud crítica hacia las imágenes, los festivales de fotografía en Cataluña se posicionan como una oferta cultural de interés creciente. En un espacio-tiempo concentrado, ofrecen acceso a contenidos culturales, sensibilización y educación visual, y estudio y difusión del patrimonio fotográfico, tanto catalán como internacional. Además, ante la crisis de los medios de comunicación tradicionales, muchos fotógrafos han encontrado en los festivales de fotografía un espacio donde poder exponer su trabajo y hacerla accesible a un público extenso. A pesar de todo este contexto favorable, estos acontecimientos a menudo están afectados por una problemática que se extiende por todo el sector de la cultura: la precariedad”, escribe Wayra Ficapal en el informe.


    Cifras destacadas del estudio


    En Cataluña hay 35 festivales de fotografía en activo, la mayoría de pequeño y medio formato, de géneros diversos como fotografía social, de natura, de ornitología, de bodas, de fotografía contemporánea, emergente, analógica, experimental, festivales de pensamiento y artes visuales y festivales con perspectiva transfeminista. El 89% de festivales de Cataluña nació después del vacío generado por la desaparición del festival bienal Primavera Fotogràfica, en 2004. Consulta aquí la lista completa de festivales de fotografía de Cataluña.

    El modelo catalán de país centralizado se reproduce en los festivales, puesto que el 59% se sitúa en la provincia de Barcelona, el 24% en la de Girona, el 12% en Tarragona y el 6% en Lleida. A nivel de calendario, en Cataluña hay festivales de fotografía activos durante todo el año, ahora bien, el 33% se inauguran en octubre, el 15% en noviembre y el 9% en septiembre, lo que supone que el 57% de los festivales se concentran en estos tres meses. El 59% de los 17 festivales que respondieron la encuesta para este informe afirman que el calendario de subvenciones públicas y la firma de contratos o colaboraciones con la administración pública es un hecho “muy determinante” a la hora de agendar las actividades del festival que dirigen, mientras que un 24% asegura que es “un poco determinante”.

    En referencia a la remuneración económica de los directores y directoras de los festivales, sólo un 41% asegura recibir una remuneración justa, mientras que un 59% afirma que le resulta insuficiente o que no cobra.

    En cuanto al presupuesto, más de la mitad de los 17 festivales que respondieron la encuesta (el 53%) tienen un presupuesto que va de los 40.000 a los 150.000 euros, un 41% no supera los 25.000 euros, mientras que un 6% supera los 150.000 euros. Las fuentes de financiación de los festivales ponen de relieve la complejidad administrativa del país: un 94% reciben financiación pública proveniente de ayuntamientos, un 71% de diputaciones, un 77% de la Generalitat de Catalunya, y un 24% del Ministerio de Cultura del Estado. Ningún festival recibe ayudas públicas de la Unión Europea. Los festivales tienen también otras fuentes de financiación como el patrocinio privado, venta de entradas, merchandising, visitas guiadas…


    Remuneración de los fotógrafos y otras cuestiones fundamentales
    En cuanto a la remuneración del artista por el trabajo o los servicios prestados a los festivales, un 75% de los 75 fotógrafos y fotógrafas que contestaron la encuesta asegura que ha recibido propuestas de participación en festivales en los que no había honorarios asignados por derechos de autor o servicios solicitados. Solo un 9% de los artistas aseguran haber recibido una remuneración económica justa, un 26% la ha recibido de forma simbólica, un 30% la ha recibido de forma excepcional y un 35% directamente no ha cobrado por el trabajo.
    Las principales motivaciones para participar son mostrar sus proyectos fotográficos y/o artísticos (88%), darse a conocer como autor/a (67%) y hacer networking (50%). El 58% de los fotógrafos y fotógrafas no tienen como motivación cobrar honorarios por derechos de autor a la hora de participar en un festival de fotografía; es decir, la precariedad del sector está tan generalizada que la mayoría de fotógrafos no tienen expectativas de cobrar por su trabajo.

    En cuanto a los gastos de transporte y alojamiento para los profesionales que tienen que desplazarse para participar en el festival, un 50% afirma que la organización no asume estos costes, un 23% responde que solo se pagan de forma ocasional, otro 23% contesta que sí se han asumido estos gastos, aunque un 5% explica que se ha hecho solo cuando lo han reclamado. Estas respuestas provienen de fotógrafos/as, pero la situación es extrapolable a otros profesionales que participan en los festivales ejerciendo comisariados, visionados, talleres o como miembros de un jurado.

    Además, una práctica generalizada es no asumir los gastos de producción de la obra que el artista exhibirá en el festival cuando esta no está ya producida. El 43% de los fotógrafos/as aseguran que no se les ha cubierto este gasto, un 34% asegura que los festivales lo han asumido de forma ocasional y un 23% responde que siempre o la mayoría de veces sí se ha asumido el coste de producción. Estos datos contrastan con las respuestas de los equipos gestores de los festivales: sólo un 18% de los festivales reconoce no hacerse cargo de los gastos de producción de obra, otro 18% afirma hacerlo solo de forma excepcional y de nuevo un 18% responde que, en caso de producir obra, no pagan honorarios de artista. Pero un 47% asegura que sí producen todas las exposiciones de los artistas que programan.
    En relación a establecer las condiciones de participación mediante un contrato por escrito, solo un 13% de los festivales responde que lo hacen, pero no con todos los artistas, y un 19% responde que lo hacen de forma excepcional. Un 25% de los festivales reconoce no hacer contratos a profesionales de la fotografía. De nuevo, estos datos contrastan con las respuestas de fotógrafos/as que en un 57% aseguran no haber contado con ningún contrato. Un 31% explica que la firma de contratos es excepcional y sólo un 12% responde que sí han firmado alguno.

    De hecho, a lo largo del informe, se aprecia una gran diferencia en la valoración de buenas prácticas en los festivales catalanes, dependiendo de si quienes contestan pertenecen a la dirección de los eventos o a los profesionales de la fotografía que participan. También hay poca transparencia por parte de las direcciones de los festivales en cuanto a que raramente comparten con los fotógrafos/as la evaluación de la edición en la que han participado. Y es que a pesar de que el 82% de los festivales que han respondido a la encuesta afirma redactar un informe de evaluación, solo un 18% lo pone a disposición pública.

    En cambio, donde sí que coinciden todos los encuestados es en declarar una carencia de censura en los festivales de fotografía catalanes. A pesar de los ataques a la libertad de expresión artística que últimamente han salido a la luz en otras comunidades autónomas, el 94% de los festivales encuestados afirma no haber sufrido injerencias por parte de las instituciones, y el 89% de los profesionales de la fotografía asegura no haber tenido que modificar ni el contenido de su obra ni de las actividades con que participaba en los festivales.


    Hoja de ruta: acciones y cambios en el ejercicio de buenas prácticas
    El informe propone una serie de acciones aplicables a corto-medio plazo que responden a las necesidades de los festivales y de los profesionales de la fotografía.

    En referencia a las líneas de acción deseadas por los festivales, el 88% de los encuestados cree necesario crear un calendario de eventos, el 77% compartir recursos, el 77% crear un circuito expositivo a nivel catalán y el 71% compartir difusión. También ven necesario compartir información entre festivales (65%) y que haya una itinerancia de exposiciones entre certámenes (65%).

    En referencia a las líneas de acción deseadas por los y las fotógrafas, el 83% de las personas encuestadas creen que los festivales tienen que mejorar los honorarios asignados a los artistas. También ven necesario establecer unos pactos contractuales y baremos retributivos coherentes entre todos los festivales (56%), además de itinerancia de exposiciones (52%) y paridad de género en las actividades programadas (52%).

    El informe propone también otras acciones como la creación de una fórmula para garantizar que los festivales de fotografía que reciban financiación pública paguen honorarios a los y las artistas; una línea de ayudas destinada a la producción de obra; la aprobación de una ley catalana de mecenazgo; fomentar que los festivales de fotografía firmen contratos con los fotógrafos; facilitar el trabajo en red entre festivales; compartir difusión y recursos; ganar certeza financiera por parte de los festivales; incentivar la transparencia de los festivales; denunciar malas prácticas, o crear mesas de reflexión y trabajo para formular mejores dinámicas.

    Sobre el informe: cómo nace y quien participa
    La semilla de este estudio está en el artículo País d’entusiastes i festivals de fotografia, publicado por Wayra Ficapal en el suplemento de cultura ‘El Quadern’ de El País, donde apuntaba por qué tenemos tantos festivales en Cataluña y por qué son tan precarios. Meses más tarde, la Fundación Photographic Social Vision celebró en su sede el Debat Obert sobre Festivals de Fotografia i Bones Pràctiques, con la participación de más de 50 profesionales del sector entre fotógrafos/as, gestores/as culturales, directores/as de festivales y representantes de la Administración.

    Unos días más tarde, tuvieron lugar dos encuentros similares: el III Encuentro de Directors de Festivales de Fotografía en la ciudad de Soria de la mano de FOC (Fotografía Observatorio Cultural) y Trobada per les Bones Pràctiques als Festivals d’Arts Visuals de Catalunya organizada por el festival Panoràmic en el centro de producción e investigación artística Hangar de Barcelona. En total, tres eventos que ponen de manifiesto que nos hallamos en un momento de reflexión y también de inflexión.

    Los datos recogidos se han obtenido a partir de una encuesta dirigida a las organizaciones de todos los festivales de fotografía de Cataluña –y que han contestado 17 festivales– y una encuesta dirigida a fotógrafos/as y artistas que han participado en estos eventos –contestada por 75 fotógrafos y fotógrafas–; además de entrevistas cualitativas tanto a fotógrafos/as, gestores/as y otros profesionales del sector, más las reflexiones y conclusiones de los encuentros mencionados anteriormente y la investigación propia de la periodista autora del informe.