Palestina Lliure
Historia 19 de Roo7
Un profesional de la salud mental en Gaza

El Olor de la Pólvora:
Hay dos tipos de asesinato a los que estamos expuestos diariamente y siempre por parte de este usurpador criminal.
El primero es la matanza directa, utilizando los tipos de misiles más potentes y destructivos del mundo. Estos pueden aniquilar y matar a un graaaaaaan número de personas, por encima de los 100 por impacto, normalmente mujeres, niños y ancianos.
En cuanto al segundo, es una muerte lenta para los que viven día a día en esta horrible guerra. Esto se debe principalmente a la destrucción de todos los recursos civiles, como los servicios municipales, lo que ha provocado el amontonamiento de basura en los barrios, especialmente en aquellos en los que se reúnen un gran número de desplazados internos. Esto aumenta la contaminación a muchos niveles, las plagas de insectos, las ratas, los malos olores y la contaminación del aire.
Lo más espeluznante es que el usurpador utiliza la dirección del viento como arma, sobre todo por la noche. Disparan humo tóxico y bombas de fósforo prohibidas internacionalmente. Las toxinas se desplazan con el viento entre los barrios y dentro de las casas. Con frecuencia, esas toxinas van acompañadas de un olor fuerte y nauseabundo que huele mucho a pólvora y nos provoca una sensación de muerte por asfixia.
Recuerdo la brisa de primera hora de la mañana como fresca y refrescante, y cómo dilata el pecho con alegría. Anhelo oler las gotas de rocío y empezar mi día con esa nota, especialmente los días que planeaba jugar al fútbol. Pero ahora el olor nauseabundo aumenta al amanecer, robándonos el sencillo regalo de la naturaleza de aire limpio.
Mi padre, de 75 años, no soporta este olor sofocante, que le hace toser y estornudar durante mucho rato. Nuestro corazón se hunde en el temor por su salud cada vez que esto ocurre. Entonces, el nos confiesa: "He vivido muchas guerras en mi vida, pero nunca había presenciado nada como esta guerra y esta brutalidad. No puedo soportarlo".
Lo mismo ocurre con los niños y niñas. Están profundamente impactados porque tosen incluso cuando duermen, como si tuvieran una fuerte gripe. Mi hija de siete años dice constantemente: "Papá, tengo la nariz tapada y no puedo respirar. Me gustaría que me diera el aire".
De dónde saco un poco de aire bueno para darle a mi hija... La abrazo y me callo.
Empezamos a pensar en soluciones sencillas para este problema, así que empapamos trozos de tela en agua, que de por sí es escasa. Cuando olemos esas toxinas, nos tapamos la nariz e intentamos respirar despacio hasta que el humo se disipa.
Mi mujer me mira, llorosa por todo el humo y la pólvora, y se pregunta: "¿Es nuestro destino morir asfixiados?".
Mucha gente dice que si salimos vivos, probablemente moriremos por enfermedades derivadas de estas toxinas. Como si los ocupantes hubieran planeado una serie interminable de muertes con las que extraer toda esperanza de vida, incluso después de que esta guerra haya terminado.
Tenemos a Dios. Él es nuestro agente.
Roo7 - Profesional anónimo de la salud mental (por miedo a ser señalado)
15 de noviembre de 2023
Para leer todas las historias: http://upaconnect.org/category/gaza2023