Historia 1 de Yasmine

En el decimoséptimo día de agresión en la Franja, continuamos un largo viaje en busca de un lugar seguro dentro o fuera de nuestra casa. Después de recibir mensajes insistiendo en que abandonáramos nuestras casas y nos dirigiéramos al sur, ¡creímos que el sur era realmente el lugar seguro! Pero cuando nos dirigimos al sur, descubrimos por nosotros mismos que no hay ningún lugar seguro en Gaza. Dondequiera que estuviéramos, éramos el blanco de esta ocupación fascista. Entonces decidimos volver a casa, diciéndonos unos a otros "Estamos muertos, de cualquier manera. Mejor morir en nuestras casas, porque al menos así la gente sabría que nos levantamos como mártires. Pero fuera de nuestras casas, podemos morir y nadie sabrá que fallecimos". Por esta razón, volvimos a casa. Mi marido, Mohammad, se ha preocupado de mantenerme en casa. Quiere protegerme de cualquier peligro que pueda hacerme daño. Como ves, Mohammad y yo tenemos un vínculo fuerte y especial. Con nuestro amor mutuo, apenas habíamos sobrevivido a la pérdida de nuestra bebé Sofía, justo un mes antes de que empezaran estos ataques. Sofía se convirtió en un ángel, días antes de cumplir un año, porque los hospitales de Gaza no tenían el equipo adecuado para atender a un bebé nacido prematuramente. Lo mejor de nosotros no bastó para mantenerla con vida. Ahora, Mohammad quiere hacer todo lo posible para que esté a salvo. Así que buscó un lugar que pensó que podía ser el menos peligroso, y se decidió por debajo de las escaleras. Me hizo una "Casa de la Escalera" segura para protegerme de cualquiera de los cohetes de la ocupación bruta que podrían impactar en cualquier momento. Guardo a mi lado una bolsa con papeles importantes y algo de dinero, y tengo otra bolsa con ropa esencial, sabiendo muy bien que si ocurriera una emergencia y tuviéramos que salir de repente, ¡no llevaría nada de eso! Pero el simple hecho de tenerlos a mi lado me da sensación de seguridad. Ya sabes que dicen que "hay que asegurarse". Yo no sé de qué asegurarnos en este caso, con estas bolsas, ¡si perdiéramos nuestras casas o nuestras familias! ¡¿Quedará algo de seguridad después?!

Corro a refugiarme en mi segura casa de la escalera cada vez que oigo el ruido de un misil cayendo, ¡horrorizada de que ese pueda ser el momento que acabe con nuestras vidas! Aunque sé muy bien que si alguno de esos misiles cayera sobre nosotros, no habrá lugar seguro, ¡y hasta esta casita segura mía desaparecerá!

Yasmine Ayoub
HP en UPA
23 Oct, 2023